Los electrocutados
Yo te digo que nos cuesta pensar porque somos ociosos y vagos. Preferimos postergar cualquier acto que implique esfuerzo alguno. Somos así, qué remedio.
Luego, la mente funciona por fijación de ideas por analogía. Mientras menos sabemos, menos pensamos y menos exploramos nuevos horizontes, más nos cuesta pensar o concebir nuevas ideas o nuevas percepciones, porque no tenemos de dónde sostenernos, no tenemos adónde remitir.
Cuando nos encontramos con una idea que no podemos relacionar con nuestro caudal de ideas preexistentes, entramos en cortocircuito. No entendemos nada y la reacción, en líneas generales, suele ser de disgusto o malestar.
La mente es un pastizal silvestre. Estamos acostumbrados a transitar siempre por el mismo camino porque ese camino ya está trazado por la rutina.
Sin embargo, es imprescindible que aprendamos a improvisar nuevas ideas, que nos corramos aunque sea un poquito de lo preestablecido, para poder percibir la belleza posible de lo insólito. Lo que dista mucho de postular lo nuevo como válido. No soy un perseguidor de lo nuevo y no me interesa convertirme en un apologista de la modernidad. En realidad, es al revés. Lo nuevo suele ser una repetición de patrones de conducta solidificados desde tiempos inmemoriales ya.
Los electrocutados es una obra que no se regodea en su modernidad. Sin embargo, es absolutamente moderna. Es producto de una época y de unas maneras de concebir la realidad que solo pueden ser pensadas e imaginadas a partir de la época presente. No obstante, no resulta moderna gracias a la modernidad, sino a pesar de ella.
Los electrocutados propone un abordaje diferente sobre la percepción del mundo. Nuevamente, no hay que confundir lo diferente, lo raro o lo moderno con lo que vale la pena, lo bueno y lo útil. Los electrocutados es una obra inquietante, porque nos demuestra que todas estas ideas persisten en cada línea, a cada vuelta de página y al final perdemos el control sobre un asunto en el que nunca tuvimos ningún control. Nos advierte que el camino es sinuoso, pero guía nuestros pasos, aunque no se sabe para qué ni hacia dónde y luego se extravía ella misma y extravía también al lector.
Y así, precisamente, es como se escribe la nueva literatura.
Al menos la nueva literatura que realmente vale la pena.
El que lo entiende, sabe que no tengo mucho más que decir y el que no lo entiende, no va a entenderlo nunca. Lo siento.
No vayas a creer que no es posible burlar a tu propio cerebro.
A fin de cuentas, no es más que una máquina y, como tal, es susceptible de ser modificada, reparada o reordenada de una manera u otra.
No obstante, la peculiaridad de todo esto radica en que tampoco la mente sirve en realidad de mucho, lo único que verdaderamente sirve es un instante que acaba de darse a la fuga.
Se equivocan los que entienden que Los electrocutados es una obra vanguardista y pomposa. En realidad, tiene una estructura bien clásica y tradicional.
No obstante, Los electrocutados no es un libro intelectual y tampoco se trata de un libro que admita demasiadas interpretaciones metafóricas. Tampoco es un libro experimental cuyo fin o cuyo discurso sea meramente lúdico. No se trata de una obra expresionista-abstracta. Es una obra escrita con rigor cientificista. Gira en torno a la razón y no gira en torno a la intuición. No obstante (y aquí es donde brilla su máxima originalidad y riqueza) mezcla y confunde constantemente unas instancias y otras, pero no mezcla todas las cosas en una ensalada sin sentido (tan en boga entre los posmo-esnobs), sino que las mezcla idealmente. En una aporía fenomenal y cautivante.
Lo que Los electrocutados consigue es poner de manifiesto la proximidad que existe entre un mundo y otro y entre todos los mundos posibles.
Arrastra al lector a esa zona de coincidencia extraordinaria. Esa zona indescriptible que, no obstante, resulta harto familiar.
Y desde allí se manifiesta y nos saluda.
***
Al igual que en Sol Artificial, J.P. Zooey recurre en Los electrocutados al recurso de lo fragmentario y/o episódico. La diferencia es que mientras que en Sol Artificial el hilo conductor era bastante discutible y difuso, en esta obra hay una concepción mucho más evidente de conjunto. Aunque episódica y compuesta de partes que pueden ser separadas del todo con cierta autonomía funcional, no deja en ningún momento de tener una coherencia y sentido como obra conjunta o total.
Arriesgaré una suerte de análisis estructural, a riesgo de quedar como un niño idiota que rompe un juguete eléctrico para ver cómo funciona por dentro. Dividiré la novela en sus partes. La enumeración de los episodios es mía. Los que sean susceptibles a la revelación previa de tramas y personajes, tengan a bien postergar la lectura del presente informe hasta hacerse acreedores de un ejemplar del libro. El resto, puede continuar leyendo:
1. Carta de Dizze Mucho a Oidas Mucho, su hermana.
Desde el vamos, queda planteado que Dizze Mucho y su hermana Oidas Mucho son dos personajes singularísimos y extravagantes. El tono de la misiva es profundamente nostálgico y sentimental.
Ambos se han juramentado lectores del Sistema Solar. Quieren saber cuál es la palabra que balbucean los Planetas. Esta inquietud es persistente e intensa.
[En “Las Sirenas de Titán”, Kurt Vonnegut postula ya la idea de que la trayectoria del Planeta Tierra (y toda la historia de su humanidad) es en realidad insignificante, apenas una excusa para revelar un mensaje en clave para civilizaciones extraterrestres].
2. Narración de J.P. Zooey.
Dizze Mucho se suicida y nombra a J.P Zooey albacea literario. Dizze Mucho era su vecino. J.P. Zooey es periodista, aunque no ejerce. Revisando sus cartas y manuscritos personales, quizás J.P. Zooey pueda descubrir o entender la razón o el motivo de suicidio de Dizze Mucho.
3. Documentos de Dizze Mucho.
Aquí se exponen una serie de cuentos muy breves organizados por la represa hidroeléctrica Yacyretá, en la que Dizze Mucho participó como jurado. El cuento que gana el primer premio, ni siquiera es un cuento. Es una ilustración. Dizze Mucho escribe un largo texto explicando los motivos de su veredicto. Se incluye dicho texto.
[La humorada de reemplazar la palabra por imagen en un marco de competencia literaria cuestiona la validez de ambos sistemas de significación y cuestiona, al mismo tiempo, todo sistema valorativo].
4. Carta de Dizze Mucho a Oidas Mucho, su hermana.
Sucesión de comentarios de carácter anecdótico. Dizze Mucho presta particular atención a un grupo subversivo conocido como “Los Humanistas”, responsables de una serie de graffittis que se le antojan significativos.
5. Cuadernos de Dizze Mucho. Historia de las Ideas Menores. Velimir Jlebnikov.
Los cuadernos de Dizze Mucho son una serie de apuntes de investigaciones académicas que rondan en torno a algún personaje destacado por una razón u otra. A lo largo de la novela, se incluyen un total de cinco cuadernos, con sus respectivos personajes. En todos los casos, se trata de personajes extravagantes que rozan lo inverosímil. Curiosamente, tres de esos personajes son, efectivamente, personajes históricos de los que se tiene constancia documentada de su existencia real o posible. El primero es Velimir Jlebnikov. Poeta ruso, futurista y ornitólogo.
No obstante, aunque Velimir Jlebnikov haya existido, la exposición consignada sobre su persona e ideas parecería tratarse de un relato apócrifo. O tal vez no. En realidad, carece de relevancia.
[Respecto a la sucesión de personajes estrambóticos, no puedo dejar de destacar que, al menos formalmente, estos capítulos reescriben una larga tradición literaria que comienza con Vidas Imaginarias, pasa por La Sinagoga de los Iconoclastas y todavía no termina. En todos los casos, no se trata solamente de una exposición de personajes estrambóticos sino que, además, se trata de advertir que no es posible determinar a ciencia cierta cuánto de ficción y cuánto de realidad esconden sus biografías. Luego, las historias y las anécdotas citadas quizás son irreales, pero tal vez podrían no serlo. En la imposibilidad de determinar si los episodios relatados son reales o no es donde la humorada funciona y cautiva].
6. Carta de Dizze Mucho a Oidas Mucho, su hermana.
En esta carta, Dizze Mucho relata una serie de episodios ligados a J.P.Zooey. Lo inquietante es que el lector ha sido puesto ya del lado de J.P Zooey y leer lo que otro dice sobre él (que es casi como leer lo que otro opina sobre nosotros mismos) resulta un juego de voyeurismo recíproco.
Por lo demás, al final de la carta se incluye la constatación de los hechos por parte del propio J.P. Zooey que han sido relatados por Dizze Mucho.
7. Cuaderno de Dizze Mucho. Historia de las Ideas Menores. William Burroughs.
William Burroughs habría investigado una raza prehistórica de gatos que podría haber sido la responsable de expandir el virus del lenguaje en la raza humana. El virus sería de origen extraterrestre.
8. Cuaderno de Dizze Mucho. Historia de las Ideas Menores. Oskar Vogt.
Oskar Vogt fue un físico y neurólogo alemán, interesado de manera particular en identificar el origen del genio. En 1924, fue uno de los neurólogos que investigó el cerebro de Vladimir Lenin.
Se reproducen fragmentos (que oscilan entre lo apócrifo y la sátira) de sus anotaciones personales.
9. Carta de Dizze Mucho a Oidas Mucho, su hermana.
Dizze Mucho descubre la existencia de una zona llamada “El Hoyo”, donde posiblemente se encuentre la respuesta al interrogante que ha ocupado toda su vida sobre el mensaje de los planetas. J.P.Zooey ha estado ya dentro del Hoyo. Se trata de una experiencia extrema, una zona mental a la que solo se llega a través del trance, la hipnosis, meditaciones profundas o alcohol.
Al finalizar la carta, las anotaciones al margen de J.P.Zooey, lo revelan como el verdadero autor de la última parte de la carta. Al parecer, Dizze Mucho estaba demasiado borracho aún y fue J.P. Zooey quien tomó su lugar para finalizar la redacción de la misiva.
10. Cuaderno de Dizze Mucho. Historia de las Ideas Menores. Charles Názer.
[A diferencia de todos los otros personajes retratados, no tengo constancia alguna de que Charles Názer se corresponda con ningún personaje real o ficticio que existiera previamente.]
Charles Názer, cirujano que experimenta por cuenta propia y sin el consentimiento de sus pacientes, con el cuerpo humano. Luego de cobrarse varias víctimas, es apresado por la justicia. El abogado que lo defiende es un erudito ultra conservador que eleva a su acusado a la categoría de artista. Es condenado a la silla eléctrica, pero una investigadora lo reclama para uso científico. Conmutan su pena por el desarrollo de cierto experimento bioinformático sobre su cuerpo y su psique.
11. Cuaderno de Dizze Mucho. Historia de las Ideas Menores. Kilgore Trout.
[Fuera del universo propuesto por la novela, Kilgore Trout es un prolífico y fracasado escritor de Ciencia Ficción, imaginado y concebido por Kurt Vonnegut].
Aquí, se relata como Kilgore Trout habría inmigrado hacia la Argentina, movido por intereses científicos. Es probable que el obelisco tenga un papel fundamental en el origen de la humanidad.
12. Carta de Dizze Mucho a Oidas Mucho, su hermana.
Dizze Mucho relata de primera mano sus experiencias en “El Hoyo”. Confiesa estar al tanto de que J.P. Zooey se hizo pasar por él para finalizar su última carta.
El Hoyo sería el único espacio del universo real o mental libre de electrones. Allí es donde habitan los humanistas, quienes se vuelcan por lo orgánico como el modo más genuino, profundo y real de percepción de la existencia.
13. Narración final de J.P. Zooey.
¿Por qué el tono con el que Dizze Mucho se comunica con su hermana siempre ha sido tan nostálgico? Pues, porque Oidas Mucho en realidad está muerta y Dizze Mucho lo sabe, pero no le importa. Continúa escribiéndole como si estuviera viva, pues quizás lo esté, en alguna otra dimensión o plano de la realidad multiforme.
En la coda final, se incluye la carta de despedida de Dizze Mucho antes de su suicidio. No es una carta llena de tristeza ni de resentimiento. En realidad, es una carta llena de gratitud y melancolía.